En nuestro periplo por Túnez, no podíamos obviar Susa. Su Medina (barrio fortificado antiguo) tiene la categoría de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1988 en virtud de su buen estado de conservación y la vigencia de su uso social a través de más de 500 años de historia.
En ella, el Museo Arqueológico de Susa alberga la segunda colección de mosaicos más grande del mundo. Entre piezas fascinantes, como el Neptuno en su carro marino y la cabeza de la Medusa, la conocimos. Ella, cual experta audiovisual, con seriedad y profesionalismo, registraba la exposición que daba el guía a la delegación de jóvenes scouts que visitaba el museo. ¿Quién era aquella joven?
Estaba ideando la estrategia para abordarla. No fue necesario. Sin darme cuenta, estaba a mi lado, me saludó con una enorme sonrisa. A pesar de un inglés básico y mala cobertura para usar interfaces de traducción, quiso entendernos. El lenguaje del alma es universal.
Karkoub supo cómo hablarlo.
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Amall Karkoub, Mimi para sus amigos, tiene 18 años, es una joven risueña y soñadora, pero sobre todo es una mujer determinada y comprometida con su comunidad.
Mimi recuerda una «infancia genial», su mamá siempre trabajó, pero los fines de semana compartían muchas conversaciones y salidas familiares que fueron la base de su personalidad actual. Ella se define como "una persona con rasgos buenos y malos, a veces estoy loca, y a veces soy racional, pero tengo un fuego en mi alma y determinación en mi corazón. Mis padres siempre me han enseñado a estar orgullosa de mí misma. Así que estoy orgullosa de mí misma".
El gran objetivo de Amall en el futuro es ayudar a lograr la plena igualdad entre hombres y mujeres, pero sabe que esto requiere un cambio en el papel tradicional de los hombres, así como en el propio papel femenino de la sociedad tunecina. No obstante, su enfoque es firme.
Además de su familia, su gran escuela de vida han sido los Scouts. Amall es miembro destacada del Regimiento de Scouts Jawhara de la Región de Susa. "Cualquier individuo que se una a los Scouts será diferente con el tiempo, además de la voluntad de servicio, la empatía y la solidaridad será parte de ellos".
A lo largo de los años en la comunidad Scout ha perfeccionado su liderazgo, participa constantemente en preparativos como el Campamento de Diálogo 4.0 Yeah We Camp, organizado por Scouts tunecinos para el proyecto Embajadores del Diálogo. Está agradecida a sus mentores porque siempre la impulsan a desarrollar habilidades y mejorar su capacidad para expresarse.
Ella dirige y organiza diversas actividades dentro de la institución, como la salida al museo, el día que nos conocimos. También capacita a los niños y nuevos miembros de la organización.
Durante pandemia, demostró que lo aprendido en casa y en los Scouts no fue en vano. Junto a sus amigos, crearon un proyecto de promoción en campañas de vacunación y realizaron una encuesta a 1.100 alumnos sobre el impacto de la Covid-19 en la educación, que determinó que la mayoría sufría de depresión y ansiedad. Con base en estos resultados, iniciaron jornadas a puertas abiertas y talleres de sensibilización sobre la importancia de la salud mental en los estudiantes.
Por otro lado, Amall destaca los derechos que tiene la mujer tunecina en la legislación de su país, pero considera que aún hay muchos cambios que realizar. Durante su participación en TeenGirlsLeaders, organizado por la Embajada de la Igualdad de Túnez enfatizó que "el papel de la mujer en la maternidad no debe ser motivo de discriminación", y afirmó que la crianza de los hijos requiere compartir la responsabilidad entre hombres y mujeres.
La mujer del mañana
"Mi país es precioso, pero le faltan muchas cosas" dice. Es consciente que han pasado y están pasando dificultades serias causantes de desempleo y pobreza, pero destaca que "Túnez es como una bella flor, se recuperará y volverá a brillar, seguimos queriéndolo".
A pesar de su juventud, Amall ya ha aportado mucho a su comunidad, pero quiere dar más, por eso está enfocada en aprender lo máximo que pueda ahora y conforme vaya creciendo contribuir a crear un mejor país. "Quiero hacer que este país esté organizado, abolir la violencia, difundir la cultura del diálogo y la cultura de las actividades. Aún queda mucho por cambiar y creemos que Túnez será mejor ¡Mantenemos la esperanza!".
Amall se ha propuesto construir un mejor país, con equidad social, sigue soñando y esforzándose a diario para lograrlo, siempre fiel a su filosofía de vida: que la vida se puede vivir con pequeños detalles.