"Ella solo está aquí para tejer"
Durante siglos, la mujer en Kairuán se ha establecido como el eje central de su economía. La ciudad de las 300 mezquitas, como se la conoce, es una famosa fabricante de alfombras artesanas bordadas en motivos amazigh en telares tradicionales.
Kairouan
Aznah Ousletti
Por: ADRIÁN ROQUE
Conocimos a Aznah en la casa del gobernador, uno de los puntos más embleámticos de la ciudad. Aposentada en una diminuta silla de madera antigua frente a un enorme telar con una tashka ya oxidada que utilizaba habilidosa. El dueño del lugar nos contó su historia de forma extensa cuando preguntamos por ella. "Trabaja aquí desde niña", dijo.
Nada más.
No escuchamos la voz de Aznah en ningún momento.
No la dejaron hablar.
Ovillos de lana de múltiples colores engalanan la sala donde duerme y trabaja día tras día
La mujer de Kairouan es famosa por su larga tradición amazigh, pero en su mayoría están atadas a un oficio que la sociedad considera "de mujeres"
Aznah Ousletti trabaja desde niña en el mismo telar, aislada de otras mujeres.
Tiene su cama allí mismo.
Le hablamos de 'Ellas Tejen Túnez', de que su oficio representaba el concepto del proyecto, de que su testimonio era crucial por ello.
Ella sonrió y alargó su brazo. Nos mostró la palma de la mano.
–Dice que quiere participar, pero a cambio de una propina por las fotografías –afirmó aquel hombre.
No la dejó hablarnos.
Como Aznah, la mayoría de las mujeres en Kairouan están atadas a su oficio desde pequeñas.
La dedicación vitalicia al telar y la confección de alfombras no se ve recompensada en su estatus ni en su economía.
Aznah nunca nos habló.
No hizo falta.
