"Mi hija cumplirá mi sueño por mí"
Susa
Imen Ben Saïd
Su sueño desde pequeña era ser médico. Aunque nunca pudo terminar sus estudios, Imen Ben Saïd decidió enfocarse en su otro amor: su familia. Para ella, el hecho de no haber cumplido su sueño no quiere decir que haya fallado. Simplemente que su sueño se ha transformado. Imen nos muestra que es posible tener más de un sueño y que existen muchas diferentes maneras de despertarnos para realizarlos.
P: ¿Cuáles son tus orígenes?
R: Nací en Susa, me crié en Susa y me casé en Susa, donde después fui madre de tres hijos.
P: ¿Has podido completar alguna formación o curso?
R: Sí, estudié en Susa Langues, ubicada en el centro de la ciudad. Es una escuela bastante grande y muy conocida. Me instruí en información lingüística de varios idiomas durante tres años. No obstante, sólo cursé las clases necesarias para poder trabajar y comunicarme. Gracias a ello soy capaz de hablar con fluidez en francés. El inglés lo entiendo más que lo hablo [ríe]. También sé un poco de español… ¡y de ruso!
P: ¿Cómo llegaste a trabajar como ama de llaves en este hotel?
R: Trabajé en una agencia de viajes durante catorce años. Después de ser madre tuve que dejar el trabajo y a partir de ahí es cuando entré como ama de llaves en este alojamiento turístico. A fecha de agosto de 2023 ya he cumplido ocho meses como empleada aquí. Es duro, pero lo gestiono como puedo.
P: Entiendo que tuviste algunas dificultades para conciliar la maternidad y las condiciones laborales que te ofrecía la agencia.
R: Así es. Al principio tuve varios problemas. Hacía turnos cada semana en los que salía de trabajar a las doce y media de la noche. ¿Qué más podía hacer con el bebé? Su padre tampoco podía hacerse cargo.
P: ¿Cómo son tus hijos? O ¿Tuviste después más hijos?
R: Sí. Tengo dos hijos y una hija. No son los típicos niños, son muy inteligentes. Mi hijo menor adora jugar con aviones, va a ser piloto, y se pasa horas haciendo dibujos en los que retrata a toda la familia en sus vuelos. Todos mis hijos son igual de soñadores, dicen cosas que jamás te esperarías y lanzan preguntas que no sabes ni contestar. Mis hijos no juegan, sueñan.
P: ¿Tienes amistades en este trabajo?
R: Solo tengo una amiga en Susa que trabaja como maestra en la escuela. Ahora está de vacaciones. No tengo muchos amigos aquí, la verdad. Yo trabajo, regreso a casa para estar con mis hijos y dedico los domingos a ir en familia a la playa. Mis amigos son mis hijos. Su papá siempre está trabajando y solo tiene los domingos libres.
P: ¿Tener un día libre a la semana es normal aquí?
R: En este trabajo sí. Lo normal es que las personas tengan un par. Aquí no. Los días de trabajo empiezan a las siete de la madrugada y terminan alrededor de las tres de la tarde.
P: En tu caso, ¿cómo se aplican las leyes que regulan las jornadas laborales en el país?
R: No hay un horario específico. Si hay trabajo pendiente, toca quedarse. Si no hay trabajo, te puedes ir a tu hora. Hay días en los que llego a casa a las seis. Si hay trabajo tengo que continuar. De todas maneras no puedo quejarme, necesito este trabajo.
P: ¿Qué tareas desempeñabas cuando te dedicabas al turismo?
R: Era vendedora en una popular tienda turística llamada Soula Centre, en la Medina de Sousse. El negocio estaba abierto 24 horas, siete días a la semana. Las condiciones laborales eran mucho mejores. Trabajaba en un local climatizado con ambiente agradable y me relacionaba con muchas personas. También hay varias cafeterías y restaurantes muy cerca. Es un buen sitio, deberías ir a visitarlo mañana mismo si puedes [se ríe].
P: ¿Qué es lo que más disfrutas de tu empleo en este alojamiento turístico?
R: Me gusta que solemos recibir visitantes de diferentes partes del mundo como Italia, Argelia, Libia, España, Francia o Mauritania; por ejemplo. Siempre hay caras nuevas en el edificio y puedo conversar con personas diversas. Es como viajar por todo el mundo dentro de mi propio país.
P: ¿Y qué es lo que te resulta más duro?
R: Siempre estoy cansada. Llego a casa totalmente destruida. Por eso, cuando me ducho me reservo una hora solo para relajarme. Una vez concluida mi jornada, empiezan las tareas diarias en casa. Mis hijos se apañan para cocinar cosas simples como huevos, crepes y arroz; pero todo lo demás recae en mí.
P: ¿Cómo fue tu infancia en Susa?
R: Crecí con mi papá, mi mamá, dos hermanas y un hermano. Vivíamos todos juntos y nos llevábamos muy bien. Esta etapa se pasó rápido, pero guardo buenas anécdotas. No salíamos mucho, ya que todo nos quedaba lejos y no disponíamos de coche. Eso sí, una vez a la semana íbamos a una playa que estaba a media hora a pie. Recuerdo que nos despertábamos a las cinco de la mañana y emprendíamos el camino para pasar el día en la arena. Hoy en día, mis dos hermanas están casadas y tienen hijos. Mi hermano falleció a causa de un accidente y dejó un vacío muy grande entre nosotros.
P: ¿Cuál era tu mayor sueño cuando eras niña?
R: Siempre soñé con convertirme en médico, pero no pude finalizar mis estudios. Curiosamente, mi hija está formándose para lo mismo. Trabajo día y noche para que ella pueda conseguir su meta. Se comporta como yo lo hacía con su edad. Es muy responsable con los estudios y la primera de la clase… ¡y de la escuela! Es una chica brillante.
P: Seguro que te sientes muy orgullosa de tu hija.
R: ¡Mucho! Siempre me la imagino en el hospital con su blusita blanca y rodeada de otros médicos. Esta imagen me pone muy contenta. Ella seguirá los pasos que su mamá hubiera querido para sí misma [sonríe].
P: Personalmente, ¿cuáles son tus planes de futuro?
R: En este aspecto, mi felicidad está ligada a mis hijos. Solo deseo que ellos tengan éxito en la vida y en su educación. Más adelante, mi marido y yo nos quedaremos tranquilos en casa y empezaremos nuestra vida juntos.
P: ¿Qué te gustaría hacer si tuvieses más tiempo libre?
R: Me encantaría ir a Francia y admirar la Torre Eiffel. También quiero visitar las pirámides de Egipto que se llaman Khufu, Jafra y Menkaura. Sería un sueño hecho realidad poder verlas en persona, porque son espectaculares. Tal vez cuando mi hija sea médico podamos viajar en familia, inshallah.
P: ¿Cómo describirías la situación sociopolítica de la mujer tunecina en la actualidad?
R: Ha mejorado respecto al pasado. En los años anteriores había numerosas barreras y dificultades. La mujer debía permanecer en su hogar y no tenía la opción de trabajar fuera de él. Las nuevas generaciones han cambiado mucho. Hoy en día, una gran parte de la población femenina de Túnez trabaja y estudia.
P: ¿Qué mensaje te gustaría transmitir a los viajeros que todavía no conocen Túnez?
R: Me gustaría decirles que este es un país muy bonito. Tenemos la región sur, donde puedes recorrer el desierto repleto de palmeras; pero también está la costa y sus increíbles playas. A lo largo del año se pueden experimentar las cuatro estaciones. En invierno es posible contemplar la nieve en las localidades del norte. Tenemos hojas de árbol que se caen en otoño, el calor del verano y la belleza de la primavera. Es un lugar que lo tiene todo y donde hay que descubrirlo todo.
P: En cuanto a la sociedad actual, ¿qué representa para ti la figura de la mujer tunecina?
R: La mujer tunecina es honesta y de buen corazón. Siempre ofrece lo mejor de sí misma para dar ejemplo. Es una persona feliz. Se dedica a su trabajo y rara vez se queda en su casa. De hecho, no nos gusta quedarnos en casa. Mantenemos la esperanza y no dejamos espacio a los complejos. En general, todas soñamos con un futuro mejor